Como algunos dolores de cabeza se originan en la zona cervical, se llaman cervicogénicos. Eso significa que proceden de los tejidos del cuello, las venas, de las arterias. Y los culturistas y otros atletas que entrenan con pesas pueden resultar susceptibles debido a las tensiones (a veces inadecuadas) que ejercen sobre la parte superior de sus cuerpos.
A lo largo del tiempo, esos espasmos en los músculos conectados al cuello, producen un estrechamiento de las venas que van a la cabeza. O los terminales nerviosos de los tejidos dañados envían señales de dolor desde el cuello al cerebro. «Clínicamente, el 95% de los dolores de cabeza son cervicogénicos. Podemos reproducir la mayoría de los síntomas ortopédicamente oprimiendo el tejido y aplicando tensión al cuello». Sin embargo, a pesar de que este tipo de dolor de cabeza es tan común, suele diagnosticarse inadecuadamente y el paciente no recibe el tratamiento idóneo para aliviar la causa básica del dolor.
Síntomas especiales
¿Cómo puedes saber si tus dolores de cabeza son cervicogénicos? Primero, consulta a un médico si los sufres frecuentemente, y evalúa otras posibilidades. En ese punto, puedes sufrir el riesgo de dolores de cabeza cervicogénicos si tienes uno de varios síntomas. Estos incluyen: dolores habituales en el cuello, historia de traumatismos en la nuca, dolor en la espalda alta o síntomas de compresión nerviosa, como adormecimiento o cosquilleo en las manos, dolor a lo largo del brazo, o debilidad en brazos o manos.
También puedes presionar sobre los trapecios, a menudo la causa radical de esos dolores de cabeza. «Si sientes una especie de nudo, aprietas fuerte y ves que el dolor sube hasta el cuello, haz algunos estiramientos».
Cualquier ejercicio de pesas que implique al torso puede afectar las delicadas estructuras del cuello. «La flexión de brazos, los encogimientos abdominales, el press de banca... Si no utilizamos técnicas correctas o nos fijamos cómo se siente el cuello durante el ejercicio, podremos causar irritación que conduzca a dolores de cabeza cervicogénicos»
La tensión de forzar una última repetición o usar pesos excesivos suele resultar en una contracción de los músculos faciales, sobre todo del platisma colli (o músculo cutáneo del cuello), que se extiende desde la clavícula a la mandíbula. Esto, también, puede contribuir al dolor de cabeza.
¿Cuál es la prescripción? Dirigir la terapia hacia la reducción de los calambres y el alargamiento de esternocleidomastoideos, escalenos, trapecios e incluso romboides. Se han podido aliviar dolores de cabeza trabajando con el escaleno y el elevador de la escápula, que conecta la escápula a las vértebras cervicales.
Para los culturistas, un objetivo principal parecen ser los trapecios, que rodean la columna vertebral desde el cuello hasta la parte media de la espalda. «Si los trabajas muy duro, permanecen siempre en estado de hipertenacidad», «Si se mantienen tensos, tendrás problemas».
Para intentar aliviar o prevenir esos dolores de cabeza, sigue estos consejos:
- Vigila tu estilo. El estilo incorrecto, o el esfuerzo inadecuado en la última repetición, pueden ser peligrosos. «Se ven muchos atletas hacer press de banca levantando sus cabezas. El accidente puede estar cercano». Muchos atletas tensan los músculos de su rostro cuando intentan levantar demasiados kilos. Si se hace muchas veces, puede producir un dolor de cabeza.
- Equilibra tus entrenamientos. Pasar demasiado tiempo entrenando pecho y hombros puede producir un desequilibrio con los músculos de la espalda media. Esto crea tensión, que se transfiere al cuello y la cabeza. Añadiremos a vuestra rutina para entrenar el trapecio medio, y evitad el exceso de encogimientos o el uso de grandes pesos en ese ejercicio.
- Vigila tu postura. Si te pasas sentado todo el día, es muy probable que los hombros se te vengan hacia adelante. Eso crea tensión en los romboides y trapecios, lo que puede iniciar dolores de cabeza cervicogénicos. Mantén el pecho erguido y las escápulas hacia atrás.
- ESTIRARSE. El estiramiento, sobre todo después de entrenar, es crítico. «Los culturistas trabajan sus músculos mucho más duro que nadie. «Los músculos trabajados así necesitan más estiramiento». Probad lo siguiente:
- Para el cuello: Sentados o de pie manteniendo los hombros en línea, intentad acercar las orejas a los hombros. También podéis hacerlo acostados con la cabeza apoyada. «Estando de pie, los músculos del cuello siempre están contraídos».
- Para el pecho: De pie junto a una puerta y colocando un brazo contra el marco. Para mejores resultados, el brazo debe estar a nivel del hombro y el codo flexionado en ángulo de 90. Inclinadse hacia el frente. Elevando el codo otros 45 grados enfatizamos más el pectoral superior.
- Para los dorsales: De pie, erguidos y subiendo los brazos. Con los brazos rectos por encima de la cabeza, dobladse lateralmente en ambas direcciones.
- Para el trapecio superior: Sentados en una silla o banco y colocando las manos entre las piernas, agarraos a la parte inferior de la superficie sobre la que os habéis sentado. Procurad entonces manteneos lo más recto posible. Refraccionar las escápulas para mejorar la postura.
- Para mejor postura: De pie contra una pared con hombros, cabeza y glúteos apoyados en la superficie. «Manteniendo los brazos estirados, elevadlos por encima de la cabeza lo más alto posible, primero hacia el frente, y luego hacia los lados». Eso implica a los músculos extensores torácicos, trapecios medios y romboides, y retrae la escápula. También ayuda a entrenar esos músculos que solemos ignorar»