La rectificación cervical consiste en la pérdida de la lordosis fisiológica (curvatura natural y necesaria) de esta región de la columna. La columna ha perdido su curvatura normal y se encuentra totalmente recta; por esta razón es que se llama "rectificación"
La lordosis cervical es la curvatura que debe existir en el cuello. En un adulto la curvatura debe ser entre 35º y 45 grados. Estudios mencionan que abajo de 20º de angulación, uno está predispuesto a tener síntomas que van desde dolores de cabeza, rigidez en el cuello, sensación de pesadez, tensión muscular, hasta hormigueo en manos y brazos, falta de fuerza, y ardor en la espalda alta.
El dolor de cabeza, cuello, nuca u hombros de origen cervical o tensional con rectificación de la columna generalmente se debe a contractura de los músculos del cuello, cara o cabeza.
En la radiografía o en la resonancia puede verse artrosis, hernia de disco, rectificación. Lo común es que se culpe a lo que se ve en esas imágenes como la causa del problema. Pero en realidad las imágenes representan el resultado de un proceso.
Nos encontramos ante una rectificación vertebral (también llamada inversión de la curvatura cervical), cuando el grado de curvatura normal de un segmento de la columna cervical es inferior al considerado anatómico.
Una columna rectificada (ver imagen de portada) simplemente significa que ha perdido su curvatura normal porque los tejidos blandos que la rodean (músculos, tendones) se encuentran bajo enorme tensión. El problema se resuelve actuando sobre la causa irritativa.
El dolor es
una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una
disarmonía, una pérdida del orden vital. Cuando una parte del organismo duele
es porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el orden
natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido.
Se distinguen
varios tipos:
- columna cervical plana
- columna dorsal plana
- inversión de la curvatura dorso lumbar
- inversión de la curvatura lumbar (cifosis lumbar)
Pueden ser congénitas, por defectos de posición, por contracturas musculares severas, higiene postural incorrecta (por ejemplo; dormir sin almohada boca arriba acentúa la rectificación de la columna cervical).
Síntomas
Ante este tipo de anomalías se presentan contracturas en los músculos paravertebrales y otros grandes grupos musculares, como trapecio o dorsales, que hacen de cuerdas estirando las inserciones tendinosos y rectificando la posición anatómica vertebral.
También la presión muscular que ejercen las contracturas sobre vasos sanguíneos (menos aporte de oxígeno a la cabeza en zona cervical), sobre nervios (parestesias o sensaciones de hormigueo en dedos de las manos en zona posterior de hombros y musculatura paravertebral dorsal superior), dolores de cabeza (en músculos paravertebrales cérvico-dorsales y esternocleidomastoideos del cuello).
Al existir contracturas se da un acortamiento muscular que conlleva una menor movilidad articular y sensación de pesadez en miembros superiores e inferiores.
¿Cuales son las consecuencias de no corregir la rectificación del cuello?
Hay que tener en cuenta que las cervicales están diseñadas para aguantar la carga del cráneo, y precisamente para mantener su centro de gravedad, dándole equilibrio sobre los hombros.
Esto quiere decir que si se produce la rectificación cervical, poniéndose las cervicales en línea recta, el centro de gravedad de la cabeza se va a desplazar hacia el frente, lo que implica que la carga efectiva que deberá soportar la musculatura y las estructuras en general se verá aumentada en un 100% por cada
Es muy importante que la curva característica de las cervicales se mantenga para evitar todos los problemas anteriormente mencionados.
Las consecuencias son fuertes. Debemos tomar en cuenta que la columna alberga la médula espinal y cualquier cambio en su forma la afectará de forma directa. Cuando la columna cervical tiene una lordosis normal la médula está relajada, pero cuando la columna cervical se invierte o rectifica esta tensiona la médula ocasionando problemas de diversa índole.
Otra situación importante con la rectificación es que las cargas del cuerpo no van a estar distribuidas como deben ser y ocasionarán desgastes en las vértebras que están haciendo mayor esfuerzo, que en el cuello es casi siempre C5-C6. Estos desgastes se conocen como osteoartritis y es una condición irreversible.
Diagnóstico
Radiológicamente se comprueba con exactitud (en proyección lateral) las diferentes rectificaciones o inversiones de la curvatura vertebral.
No obstante existen signos muy evidentes que el examinador aprecia visualmente con el paciente colocado lateralmente a él. Así:
- Columna cervical plana: desaparece la lordosis cervical (concavidad hacia dentro) y la cabeza excesivamente adelantada respecto al eje de los hombros. En caso de inversión de la curvatura (concavidad hacia dentro) solo se puede saber mediante radiografía lateral.
- Columna dorsal plana: desaparece la cifosis dorsal (concavidad hacia fuera).
- Inversión de la curvatura dorso - lumbar: asociada a cifosis lumbar con la columna dorsal plana. La pelvis se sitúa en retroversión, columna dorsal plana, vientre plano y sobresalen los omóplatos hacia atrás (escápulas aladas).
- Cifosis lumbar: el cuerpo lo compensa dorsalmente y se une a esta zona, dando sensación de cifosis total.
Tratamiento
Antes de indicar un tratamiento, el médico tiene
en cuenta primero toda una serie de factores, comenzando por los pies del paciente (si son normales, cavos, planos,
varos, etc.), siguiendo por las alineaciones
poplíteas, subglúteas, ilíacas, de los hombros... A continuación es preciso
observar las diferentes curvaturas vertebrales,
tanto posteriores (escoliosis) como laterales (hipercifosis, hiperlordosis);
seguidamente observa las alineaciones y alteraciones de la
persona a tratar (distancia pupila-comisura labial, ruidos en los
movimientos de apertura y cierre de la boca...) y, finalmente, observa las
posibles alteraciones de los músculos oculomotores.
Una vez explorados todos los parámetros, es pertinente que el especialista continúe con una exploración detallada de la cavidad bucal (si existen amalgamas que pueden causar galvanismo oral o algún tipo de intoxicación por mercurio, si hay piezas incluidas, etc.). En muchas ocasiones necesitará una radiografía panorámica de la boca y, como última exploración, también puede mirar si existen cicatrices, tanto de origen quirúrgico como traumático, a parte de tener en cuenta el historial patológico de la persona, por si hubiera alguna causa orgánica o quirúrgica que pudiera ser el origen del dolor.
Una vez explorados todos los parámetros, es pertinente que el especialista continúe con una exploración detallada de la cavidad bucal (si existen amalgamas que pueden causar galvanismo oral o algún tipo de intoxicación por mercurio, si hay piezas incluidas, etc.). En muchas ocasiones necesitará una radiografía panorámica de la boca y, como última exploración, también puede mirar si existen cicatrices, tanto de origen quirúrgico como traumático, a parte de tener en cuenta el historial patológico de la persona, por si hubiera alguna causa orgánica o quirúrgica que pudiera ser el origen del dolor.
En las primeras etapas hacer ejercicios en
flexión (cabeza hacia adelante) llevando el mentón al pecho, realizar lentamente de 5 a 8 veces.
- Higiene postural: posiciones de sentado, de pie,
caminando, tumbado, etc.
- Ejercicios respiratorios
- Natación
- Masaje y termoterapia en contracturas
- Columna cervical plana: estiramiento de músculos laterales del cuello y flexibilidad suave buscando la lordosis cervical anatómica.
- Columna dorsal plana: fortalecer los músculos pectorales sin abrir los brazos, buscando la cifosis dorsal anatómica.
- Inversión de la curvatura dorso - lumbar: fortalecer los músculos pectorales sin abrir los brazos, buscando la cifosis dorsal anatómica; los paravertebrales lumbares, abdominales y psoas; estiramiento de los músculos isquiotibiales (posteriores) de las piernas.