martes, 9 de septiembre de 2008

Enfermedad de Osgood-Schlatter

















La lesión de Osgood-Schlatter es consecuencia de un trauma continuo al hueso tibial anterior y produce un tumor visible debajo de la rodilla, como podéis ver aquí.
Es una inflamación dolorosa de la protuberancia en la parte frontal de la tibia (hueso inferior de la pierna) en un área llamada tuberosidad tibial anterior.


Esta enfermedad es probablemente el resultado de un microtrauma (lesiones pequeñas usualmente imperceptibles ocasionadas por el uso repetitivo) ocurrido antes de la madurez completa de la unión de la tuberosidad tibial anterior.

Su principal característica es una inflamación dolorosa justo por debajo de la rodilla en la superficie anterior de la tibia. Dicha área es sensible a la presión y la inflamación que se presenta puede ser mínima o muy notoria. Las actividades como correr, saltar y subir escaleras causan molestias y los síntomas pueden aparecer en una o en ambas piernas. Este trastorno es más común en adolescentes activos y atléticos, y afecta más a menudo a los hombres que a las mujeres.

Síntomas: Dolor en la pierna o dolor en la rodilla en una o ambas rodillas. Empeora al realizar alguna actividad física como correr, saltar o escalar.

Empeora al aplicar presión en el área
Sensibilidad debajo de la rodilla que empeora al aplicar presión
Inflamación de la protuberancia en la parte anterior de la pierna justo debajo de la rótula (tuberosidad tibial anterior)

La radiografía de hueso puede ser normal o puede mostrar edema del tejido blando o fragmentación de la tuberosidad de la tibia, como podéis ver también en esta radiografía

El tratamiento inicial comprende descanso, aplicación de hielo y medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES como el ibuprofeno). En muchos casos, la condición desaparece con el reposo, con medicamentos para el dolor y con la disminución de la actividad deportiva o el ejercicio.

En los casos raros en los cuales los síntomas no se resuelven, la pierna afectada debe ser inmovilizada con un yeso o con un aparato ortopédico hasta que se presente la curación de la lesión, lo cual toma normalmente de 6 a 8 semanas. Se recomienda utilizar muletas para caminar y evitar ejercer presión sobre la pierna afectada. Se opta por un procedimiento quirúrgico sólo en caso de que el tratamiento inicial no sea exitoso, lo cual ocurre en muy pocas ocasiones.

La cirugía no se considera a menos que el crecimiento del hueso sea completo y los síntomas siguen siendo fastidiosos a pesar de tratamientos no quirúrgicos. Incluso entonces, la cirugía para una lesión de Osgood-Schlatter se recomienda raramente. Cuando la cirugía es necesaria, la operación generalmente implica el quitar del área levantada de la tuberosidad tibial, la Bursa, y la irritación del tejido fino cercano. El cirujano hace una incisión pequeña sobre la tuberosidad tibial. El tendón patelar está partido por la mitad. Los retractores se utilizan para separar la piel y el tendón patelar. Esto hace fácil para que el cirujano vea y trabaje en la tuberosidad tibial. El cirujano utiliza un osteotomo y corta el área levantada de la tuberosidad tibial. Se toma el cuidado mientras que quita la Bursa y el tejido fino próximo.

La mayoría de los casos se resuelven espontáneamente después de algunas semanas o meses. A los adolescentes se les debe permitir participar en actividades deportivas hasta el límite de sus capacidades y hasta que se sientan bien. Sin embargo, la reducción de la actividad al mínimo acelera la resolución de este trastorno.

La complicación más importante de este trastorno es el dolor crónico.

Debido a que las lesiones causadas por este trastorno son normalmente imperceptibles, la prevención es muy difícil. El estiramiento regular tanto antes como después del ejercicio y las carreras atléticas, ayudan a prevenir ésta y otras lesiones debido al uso excesivo; por lo tanto, evitar la actividad extrema, (por ejemplo correr excesivamente como entrenamiento para una maratón) puede ser útil.

El tratamiento ortopédico consiste en rodilleras con un rodete de silicona que centre la rótula. La almohadilla de silicona perfilada anatómicamente e insertada, distribuye la presión de la rótula en las partes blandas de la rodilla realizando un masaje compresivo intermitente durante el movimiento. La construcción anatómica de la ortesis junto con la almohadilla perfilada de silicona insertada provoca, por un efecto de drenaje, una más rápida reabsorción de edemas y hematomas, reduciendo el dolor y mejorando la función de la articulación.

En otras ocasiones se usa la Cincha rotuliana ajustable y recomendada para disminuir la presión de la rótula. Se ajusta fácilmente a cualquier contorno de rodilla.