Durante la carrera los músculos de la pantorrilla bajan el antepié contra el suelo después del apoyo del talón y elevan el talón durante la fase de despegue. La tendinitis del tendón de Aquiles se produce por fuerzas repetitivas que causan inflamación del tendón.
Durante la carrera en descenso de pendientes el antepié apoya contra el suelo con más fuerza que en terreno llano porque cae más y tiene más distancia para acelerar. Durante la carrera en pendiente ascendente el talón está mucho más bajo que el antepié, por lo que los músculos de la pantorrilla ejercen más fuerza para elevar el talón antes de la fase de despegue.
Un contrafuerte de talón blando permite un movimiento excesivo del talón en el interior del calzado. El retropié es menos estable y el tendón de Aquiles tiene que traccionar de una inserción oscilante, ejerciendo una tensión no uniforme sobre el tendón y aumentando la probabilidad de rotura.
El calzado con suela rígida que no se flexiona inmediatamente por detrás de la primera articulación metatarsofalángica produce una presión excesiva sobre el tendón de Aquiles antes del despegue.
Los factores biomecánicos son una pronación excesiva, apoyo del talón demasiado posterior, genu varo (rodillas arqueadas), musculatura isquiotibial y de la pantorrilla tensa, pie cavo, tendón de Aquiles poco extensible y deformidad en varo del talón.
Síntomas y signos
El tendón de Aquiles no tiene una vaina sinovial verdadera, pero está rodeado por un paratendón (tejido areolar graso que separa el tendón de su vaina). El dolor inicial de la tendinitis del tendón de Aquiles está producido por afectación del paratendón más que del propio tendón. El dolor es más intenso cuando el paciente se levanta por la mañana y suele mejorar con la deambulación continuada, ya que el tendón se desplaza con más libertad dentro del paratendón. De forma similar el dolor aumenta al iniciar el ejercicio y suele mejorar al progresar éste. El tendón de Aquiles es doloroso cuando se comprime entre los dedos.
Si se ignora el dolor y se continúa corriendo, la inflamación se propaga al tendón, que puede sufrir degeneración mucoide y fibrosis. En este caso el dolor en el tendón es constante y empeora con los movimientos.
Causas:
Los factores biomecánicos son una pronación excesiva, apoyo del talón demasiado posterior, genu varo (rodillas arqueadas), musculatura isquiotibial y de la pantorrilla tensa, pie cavo, tendón de Aquiles poco extensible y deformidad en varo del talón.
Síntomas y signos
El tendón de Aquiles no tiene una vaina sinovial verdadera, pero está rodeado por un paratendón (tejido areolar graso que separa el tendón de su vaina). El dolor inicial de la tendinitis del tendón de Aquiles está producido por afectación del paratendón más que del propio tendón. El dolor es más intenso cuando el paciente se levanta por la mañana y suele mejorar con la deambulación continuada, ya que el tendón se desplaza con más libertad dentro del paratendón. De forma similar el dolor aumenta al iniciar el ejercicio y suele mejorar al progresar éste. El tendón de Aquiles es doloroso cuando se comprime entre los dedos.
Si se ignora el dolor y se continúa corriendo, la inflamación se propaga al tendón, que puede sufrir degeneración mucoide y fibrosis. En este caso el dolor en el tendón es constante y empeora con los movimientos.
Causas:
1. Origen reumático e inflamatorio: infecciones, gota o reumatismosinflamatorios
2. Sobrecarga muscular de los músculos de la pantorrilla que provocan una tensión añadida sobre el tendón de Aquiles
3. Tracción continuada mediante ejercicios de estiramientos muy repetidos
4. Calzado inadecuado o cambios continuos del mismo con diferente altura en el tacón
5. Alimentación en que se abusa de carnes rojas o embutidos favorece que los tendones sean más rígidos y menos elásticos
6. Anomalías anatómicas del pie se producen el 60% de las tendinitis aquileas, especialmente en pies cavos varo (con marcha supinada o externa) y talón inclinado hacia el exterior con tendón corto. Pies planos y pies cavos son los que predisponen a la lesión del Tendón de Aquiles. También la hiperpronacion, y la limitación de la movilidad de la articulación del tobillo
7. Deshidratación: el aporte insuficiente de bebida disminuye la irrigación sanguínea del tendón y como consecuencia, aumenta su fragilidad.
8. El sobrepeso: los corredores con sobrepeso aumentan la presión sobre los tendones.
9. hiperuricemia: elevación del ácido úrico en sangre, responsable a veces de dolores tendinosos equivalentes a crisis gotosas.
10. Caries dental: un foco infeccioso dentario o de las amígdalas puede ser el responsable de tendinitis.
12. La hiperfuncionalidad: son más frecuentes las lesiones al comienzo de la temporada, por déficit en la progresión de la condición física, así como a final de temporada por acumulo de sobreentrenos o demasiadas carreras.
13. La disfuncionalidad, por exceso de carga de trabajo impuesta al tendón en un gesto mal efectuado y repetitivo, mala adaptación de pie-zapatilla.
14. Musculación mal adaptada. Al contrario de los músculos, el tendón tiene la misma potencia sea cual sea el entrenamiento, esta disparidad puede ocasionar que ante un músculo muy desarrollado o potente, podamos tener un cable de transmisión débil.
15. Disimetría de las extremidades inferiores: esto significa, diferencia en la longitud de ambas piernas, lleva a un desequilibrio en el apoyo, irritándose el tendón de la pierna más larga.
16. La climatología, el frío y la humedad, favorecen la vasoconstricción de las pequeñas arterias, disminuyendo la vascularización que de por sí es pobre en la zona del TA, la zona menos vascularizada del TA es entre 2-6 cm. sobre la zona donde se une al hueso del talón (calcáneo), por esto hay más lesiones del TA en esta zona (roturas y tendinitis).
17. También en casos de hipertermia (aumento de calor) provocada por el correr, puede afectar al tendón, debido a la pobre vascularización del tendón que aumenta la degeneración del mismo.
18. La edad: en los adultos, son más frecuentes las tendinitis traumáticas y las de esfuerzo, a partir de los 30 años el tendón comienza a envejecer, aunque el músculo permanece potente mucho más tiempo que el tendón.
19. Entrenamiento mal realizado:Con frecuencia, al comienzo de la temporada por la falta de progresión en la puesta en marcha de la condición física.
Marcha y carrera en cuestas, estiran continuamente el tendón forzando sus límites de elasticidad.
En aquellos que acumulan muchas competiciones.
Podemos encontrar un aumento de tendinopatias tras una vuelta al entreno demasiado rápida, tras un período de inactividad.
Sobreentrenamiento, creando un estado de menos resistencia y que facilita el agotamiento del tendón. Entrenamientos en cuestas. Aumento excesivo de kilometraje semanal sin ser progresivo.
En los casos de tendinitis por alteración en el funcionamiento del tendón, son los accidentes por exceso de carga de trabajo impuesta sobre el tendón a raíz de un mal gesto imperfecto y repetitivo.
La disfunción en el corredor, con frecuencia es consecuencia de una mala adaptación del par que forman pie - zapatilla. Puede depender de un déficit de musculación.
El tendón no tiene las ventajas del músculo, ya que no se puede “muscular”, esto es una desventaja para el tendón ya que cuando el músculo es muy potente puede tener un cable de transmisión muy débil.
Correr sobre suelos duros o muy apisonados: pistas de tierra descuidadas, avenidas de parques, tartán, etc.
2. Sobrecarga muscular de los músculos de la pantorrilla que provocan una tensión añadida sobre el tendón de Aquiles
3. Tracción continuada mediante ejercicios de estiramientos muy repetidos
4. Calzado inadecuado o cambios continuos del mismo con diferente altura en el tacón
5. Alimentación en que se abusa de carnes rojas o embutidos favorece que los tendones sean más rígidos y menos elásticos
6. Anomalías anatómicas del pie se producen el 60% de las tendinitis aquileas, especialmente en pies cavos varo (con marcha supinada o externa) y talón inclinado hacia el exterior con tendón corto. Pies planos y pies cavos son los que predisponen a la lesión del Tendón de Aquiles. También la hiperpronacion, y la limitación de la movilidad de la articulación del tobillo
7. Deshidratación: el aporte insuficiente de bebida disminuye la irrigación sanguínea del tendón y como consecuencia, aumenta su fragilidad.
8. El sobrepeso: los corredores con sobrepeso aumentan la presión sobre los tendones.
9. hiperuricemia: elevación del ácido úrico en sangre, responsable a veces de dolores tendinosos equivalentes a crisis gotosas.
10. Caries dental: un foco infeccioso dentario o de las amígdalas puede ser el responsable de tendinitis.
12. La hiperfuncionalidad: son más frecuentes las lesiones al comienzo de la temporada, por déficit en la progresión de la condición física, así como a final de temporada por acumulo de sobreentrenos o demasiadas carreras.
13. La disfuncionalidad, por exceso de carga de trabajo impuesta al tendón en un gesto mal efectuado y repetitivo, mala adaptación de pie-zapatilla.
14. Musculación mal adaptada. Al contrario de los músculos, el tendón tiene la misma potencia sea cual sea el entrenamiento, esta disparidad puede ocasionar que ante un músculo muy desarrollado o potente, podamos tener un cable de transmisión débil.
15. Disimetría de las extremidades inferiores: esto significa, diferencia en la longitud de ambas piernas, lleva a un desequilibrio en el apoyo, irritándose el tendón de la pierna más larga.
16. La climatología, el frío y la humedad, favorecen la vasoconstricción de las pequeñas arterias, disminuyendo la vascularización que de por sí es pobre en la zona del TA, la zona menos vascularizada del TA es entre 2-6 cm. sobre la zona donde se une al hueso del talón (calcáneo), por esto hay más lesiones del TA en esta zona (roturas y tendinitis).
17. También en casos de hipertermia (aumento de calor) provocada por el correr, puede afectar al tendón, debido a la pobre vascularización del tendón que aumenta la degeneración del mismo.
18. La edad: en los adultos, son más frecuentes las tendinitis traumáticas y las de esfuerzo, a partir de los 30 años el tendón comienza a envejecer, aunque el músculo permanece potente mucho más tiempo que el tendón.
19. Entrenamiento mal realizado:Con frecuencia, al comienzo de la temporada por la falta de progresión en la puesta en marcha de la condición física.
Marcha y carrera en cuestas, estiran continuamente el tendón forzando sus límites de elasticidad.
En aquellos que acumulan muchas competiciones.
Podemos encontrar un aumento de tendinopatias tras una vuelta al entreno demasiado rápida, tras un período de inactividad.
Sobreentrenamiento, creando un estado de menos resistencia y que facilita el agotamiento del tendón. Entrenamientos en cuestas. Aumento excesivo de kilometraje semanal sin ser progresivo.
En los casos de tendinitis por alteración en el funcionamiento del tendón, son los accidentes por exceso de carga de trabajo impuesta sobre el tendón a raíz de un mal gesto imperfecto y repetitivo.
La disfunción en el corredor, con frecuencia es consecuencia de una mala adaptación del par que forman pie - zapatilla. Puede depender de un déficit de musculación.
El tendón no tiene las ventajas del músculo, ya que no se puede “muscular”, esto es una desventaja para el tendón ya que cuando el músculo es muy potente puede tener un cable de transmisión muy débil.
Correr sobre suelos duros o muy apisonados: pistas de tierra descuidadas, avenidas de parques, tartán, etc.
Las causas más frecuentes son las intrínsecas:
– Degeneración hipóxica (falta de oxígeno) sobre todo en su tercio medio.
– Degeneración mucoide o mixoide algunas fibras de colágeno se encuentran adelgazadas y otras fragmentadas entre fibras aparentemente sanas.
– Degeneración lípidica en el inicio de la degeneración se encuentran grupos pequeños aislados de adipositos (células grasas) entre las fibras colágenas, que en fases más avanzadas llegan a interrumpir la continuidad de las fibras colágenas.
– Acortamiento del tendón en un pie excesivamente cavo.
– La oblicuidad con que baja el tendón en un pie muy varo, incide sobre la parte interna
del tendón, aumentando su tensión, por ser el gemelo interno más pequeño.
– La hipertrofia de los gemelos, condiciona una menor elasticidad del tendón.
– Degeneración hipóxica (falta de oxígeno) sobre todo en su tercio medio.
– Degeneración mucoide o mixoide algunas fibras de colágeno se encuentran adelgazadas y otras fragmentadas entre fibras aparentemente sanas.
– Degeneración lípidica en el inicio de la degeneración se encuentran grupos pequeños aislados de adipositos (células grasas) entre las fibras colágenas, que en fases más avanzadas llegan a interrumpir la continuidad de las fibras colágenas.
– Acortamiento del tendón en un pie excesivamente cavo.
– La oblicuidad con que baja el tendón en un pie muy varo, incide sobre la parte interna
del tendón, aumentando su tensión, por ser el gemelo interno más pequeño.
– La hipertrofia de los gemelos, condiciona una menor elasticidad del tendón.
AUTOTEST: Para verificar la longitud del tendón de Aquiles, con la rodilla en flexión, al levantar la punta del pie hacia la pierna, lo normal son 30º, con la pierna en extensión también podemos hacer este movimiento, pero cuesta un poco más. En el caso de TA corto, el pie queda en ángulo recto.
Tratamiento General
Una terapia con láser acelera la curación del tendón de Aquiles
Las lesiones en el tendón de Aquiles se curarían más rápido con una combinación de ejercicio y terapia con láser de baja intensidad, dos veces por semana durante cuatro semanas y luego una vez por semana durante otras cuatro
La terapia consiste en colocar una sonda con un láser, que emite luz infrarroja sobre varios puntos de la piel alrededor del tendón de Aquiles. Existe evidencia de que esto reduce la inflamación en el lugar y estimula el proceso natural de curación, lo que ayuda a activar la síntesis de las fibras de colágeno en el tendón.
El ejercicio "excéntrico" incluye actividades que hacen que el músculo se contraiga mientras se está elongando, como se puede ver en esta página y esta otra.
La terapia con láser aceleraría los beneficios del ejercicio excéntrico, que se está convirtiendo en el tratamiento de primera elección de la tendinopatía de Aquiles
Las lesiones en el tendón de Aquiles se curarían más rápido con una combinación de ejercicio y terapia con láser de baja intensidad, dos veces por semana durante cuatro semanas y luego una vez por semana durante otras cuatro
La terapia consiste en colocar una sonda con un láser, que emite luz infrarroja sobre varios puntos de la piel alrededor del tendón de Aquiles. Existe evidencia de que esto reduce la inflamación en el lugar y estimula el proceso natural de curación, lo que ayuda a activar la síntesis de las fibras de colágeno en el tendón.
El ejercicio "excéntrico" incluye actividades que hacen que el músculo se contraiga mientras se está elongando, como se puede ver en esta página y esta otra.
La terapia con láser aceleraría los beneficios del ejercicio excéntrico, que se está convirtiendo en el tratamiento de primera elección de la tendinopatía de Aquiles
Dejar de correr.
Se puede reducir la tensión sobre el tendón colocando una cuña elevadora en el calzado, mediante estiramiento de los isquiotibiales tan pronto como esta maniobra no produzca dolor y con el uso de calzado con suela flexible que se doble con facilidad inmediatamente detrás de la primera articulación metatarsofalángica.
El control del retropié puede mejorar por la inserción de ortosis en el calzado con contrafuerte de talón rígido y fuerte.
Se puede fortalecer realizando elevaciones sobre los dedos si esta maniobra no produce dolor.
Se debe evitar la carrera rápida con ascenso y descenso de pendientes hasta que el tendón haya curado.
Se debe evitar la carrera rápida con ascenso y descenso de pendientes hasta que el tendón haya curado.
Otras medidas:
-Aplicación de frío en fase aguda de dolor, los primeros 2 - 3 días.
-Reposo laboral o deportivo con aplicación de vendaje funcional para inmovilizar parcialmente el movimiento que produce el dolor.-Aplicación de frío en fase aguda de dolor, los primeros 2 - 3 días.
-Cambio del calzado que haya podido hacer aparecer o aumentar la lesión
-Electroterapia (ultrasonidos, microondas)
-Masaje transverso en el tendón y descontracturante de la musculatura
-En caso de que no mejore la lesión y se cronifique, existe la posibilidad de extirpar las adherencias que se han formado en su proceso evolutivo mediante intervención quirúrgica
-Electroterapia (ultrasonidos, microondas)
-Masaje transverso en el tendón y descontracturante de la musculatura
-En caso de que no mejore la lesión y se cronifique, existe la posibilidad de extirpar las adherencias que se han formado en su proceso evolutivo mediante intervención quirúrgica
Otro vídeo de EXCENTRICOS visto de perfil, en este enlace
Más información en ESTE ENLACE
FORMAS ESPECIALES:
- Miotendinitis:
Dolor en los músculos gemelos, se debe a una tendinitis de la inserción entre el tendón y el músculo. Se debe tratar con reposo, estiramientos suaves, masaje, ultrasonidos, y uso de taloneras de descarga. Cura en 1-2 meses.
-Tendinosis:
Producido por microrupturas en el mismo tendón , mas o menos a la altura de donde llega el contrafuerte de la zapatilla. Frecuente en corredores veteranos. Se trata de forma similar a la miotendinitis, curando en 1-2 meses.
-Tenoperiostitis:
Microrupturas en la inserción del tendón con el calcáneo, mas abajo que la lesión anterior. Tratamiento similar a los dos anteriores procesos, cura también en 1-2 meses.
Microrupturas en la inserción del tendón con el calcáneo, mas abajo que la lesión anterior. Tratamiento similar a los dos anteriores procesos, cura también en 1-2 meses.
- Peritendinitis:
Inflamación de las estructuras que rodean el tendón, hay hinchazón y calor local. Se debe aplicar hielo, cambiar de zapatillas, y emplear los tratamientos anteriores. Curación en 7-30 días.
Inflamación de las estructuras que rodean el tendón, hay hinchazón y calor local. Se debe aplicar hielo, cambiar de zapatillas, y emplear los tratamientos anteriores. Curación en 7-30 días.
Tenocalcinosis
Se llega a una tenocalcinosis después de haber pasado por una serie de lesiones, probablemente mal curadas, en las que el tendón ha ido degenerando hasta llegar a ese estado.
Se llega a una tenocalcinosis después de haber pasado por una serie de lesiones, probablemente mal curadas, en las que el tendón ha ido degenerando hasta llegar a ese estado.
El tratamiento de una tenocalcinosis es, en términos generales, la incisión del tendón calcificado en deportistas, en los que suele haber pies con tendencia al valgo y su periodo de recuperación para volver a la actividad deportiva vendría a ser alrededor de 3 meses.
Conviene también tener en cuenta que puede haber una bursitis retrocalcánea asociada o una exostosis (un trocito de hueso), en cuyo caso habría que extraer ambos.
El tratamiento mediante ondas de ultrasonido puede ser útil en estos casos.
La tendinitis calcificante, es un proceso de causa desconocida que da lugar a cambios degenerativos que ocurren como parte del envejecimiento biológico, en combinación con los movimientos, causan inflamación crónica con depósitos de calcio y/o hidroxiapatita en el tendón.
Habría que buscar las siguientes causas:
El tratamiento mediante ondas de ultrasonido puede ser útil en estos casos.
La tendinitis calcificante, es un proceso de causa desconocida que da lugar a cambios degenerativos que ocurren como parte del envejecimiento biológico, en combinación con los movimientos, causan inflamación crónica con depósitos de calcio y/o hidroxiapatita en el tendón.
Habría que buscar las siguientes causas:
Anomalías metabólicas (gota, reumatismo, etc.)
Cuadros infecciosos crónicos (focos dentales, amigdalitis, infecciones prostáticas, gonococia, etc)
Anomalías anatómicas (isquiotibiales cortos, musculatura poco elástica etc.)
Sobrecarga de entrenamiento (terrenos muy rígidos, etc.)
Material inadecuado (calzados sin absorción de impacto)
Anomalías técnicas (desarreglos técnicos en el ejercicio con biomecánica inadecuada o marchas antiálgicas-cuando tratamos de evitar otro dolor-)
Anomalías anatómicas (isquiotibiales cortos, musculatura poco elástica etc.)
Sobrecarga de entrenamiento (terrenos muy rígidos, etc.)
Material inadecuado (calzados sin absorción de impacto)
Anomalías técnicas (desarreglos técnicos en el ejercicio con biomecánica inadecuada o marchas antiálgicas-cuando tratamos de evitar otro dolor-)